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Adjudicado el proyecto de derribo y reurbanización de los bajos de Jaizkibel
22-02-2018 | comentarios: 0 | Ayuntamiento de Lasarte-Oria
El alcalde ha informado de la reciente contratación de Injelan para la redacción del proyecto de derribo y reurbanización de los bajos de la plaza Jaizkibel. El coste del contrato es de 21.478 euros.
Jesus Zaballos ha indicado que con esta licitación comienza la última fase de reurbanización de los bajos de Sasoeta. La decisión del actual equipo de gobierno ha sido licitar conjuntamente tanto el proyecto de derribo como el de reurbanización, lo que reducirá de forma importante los plazos de ejecución ya que tras la redacción del proyecto se podrá licitar conjuntamente los trabajos de derribo y de reurbanización.
Para la redacción del proyecto la empresa Injelan usará como base la experiencia obtenida en las obras de Uzturre y San Marcial y las determinaciones del proceso participativo Sasoeta Sasoitu. También deberá resolver la salida de emergencia del aparcamiento subterráneo existente en dicha plaza. Por último, y a petición de los vecinos y vecinas de la zona, se mantendrá un porche bajo cubierta como paso para viandantes.
El proyecto deberá hacer los estudios previos necesarios para determinar la existencia o no de amianto en la estructura a derribar, así como contemplar en su caso, los trabajos para su eliminación, algo que tantos problemas ocasionó en Uzturre y San Marcial al no haberse previsto el proyecto de desamiantado, tal y como señaló Agustín Valdivia, concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente. Además señaló que una vez terminado el proyecto, será presentado al vecindario.
Un elemento que se valorará en su momento, de cara a la licitación de la ejecución de las obras, será la coordinación de los trabajos y la compatibilización de usos de la plaza, con el objetivo de generar las menores molestias posibles en una plaza con una gran actividad en el barrio.
Zaballos indicó que en este proceso se ha tratado de evitar el caer en los mismos errores que cometió el anterior equipo de gobierno, que planteó como dos proyectos diferentes el de derribo y el de reurbanización, no previendo antes de iniciar los derribos qué se haría en los espacios públicos que se ganaban. Esta forma de gestionar ha implicado un retraso de cerca de un año en las obras. La no previsión de la posible existencia de amianto conllevó el retraso de varios meses.